Por: Luis Francisco Robledo Cabello

La actual Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas, establece que se puede iniciar la contratación de la construcción de una obra pública cumpliendo con los dos siguientes requisitos:

a) Que la obra se encuentre programada.

b) Que el proyecto ejecutivo permita desarrollar la construcción ininterrumpidamente.

Una gran cantidad de obras se inician sin contar cuando menos con los siguientes tres elementos básicos:

a) Que la obra cuente con estudios de ingeniería básica .

b) Que la obra cuente con un proyecto ejecutivo .

c) Que se encuentre resuelta totalmente, la tenencia de la tierra (o derecho de vía).

Actualmente ninguna dependencia del sector público federal cuenta con una cartera de proyectos que cumpla con los tres requisitos antes mencionados y ello se debe a que sus presupuestos anuales para estudios y proyectos son insuficientes. Las consecuencias se han traducido en incrementos en los costos y retrasos en las obras.

Frecuentemente se les imputa a los profesionales de la Ingeniería Civil mexicana la responsabilidad de estos costos y tiempos adicionales, cuando en realidad son consecuencia principalmente de la falta de planeación, programación y desarrollo de los estudios de ingeniería básica, de los proyectos ejecutivos y de la tenencia de la tierra o liberación del derecho de vía en prácticamente todas las dependencias y entidades del sector público federal.

La implantación de una solución gradual en el tiempo, consiste en que durante un cierto período, se obligue a las dependencias y entidades federales a destinar cuando menos entre un 7% y un 10% de sus presupuestos destinados a la construcción, al desarrollo de los estudios de ingeniería básica y los proyectos ejecutivos.

Con cargo a dichos recursos se desarrollarían también los estudios necesarios para llevar a cabo posteriormente la adquisición de la tierra y el pago de los bienes distintos a la misma.

Para la contratación de los estudios de ingeniería básica, de los proyectos ejecutivos, la adquisición de la tierra y la construcción de las obras, se recomienda que las dependencias y entidades federales establezcan requisitos precisos, no sujetos a interpretación, evitando cualquier discrecionalidad, que deben cumplir los aspirantes a licitantes, sobre su capacidad, conocimientos y experiencia en trabajos del mismo tipo y de magnitud igual o mayor. El incumplimiento de cualquiera de los requisitos establecidos tendría como consecuencia que el aspirante no pueda participar en la licitación en cuestión.

La necesidad para nuestra sociedad de evitar sobrecostos y retrasos en la construcción de las obras hace indispensable que se cuente con un sistema de seguimiento y control del desarrollo de los estudios de ingeniería básica, del proyecto ejecutivo y de la construcción de las obras.

Las mejores prácticas de la ingeniería a nivel mundial han resuelto este problema aplicando las nuevas técnicas y procedimientos de la Gerencia de Proyectos a todo tipo de obras de infraestructura.

La Gerencia de Proyectos inicia desde que se genera la iniciativa de una nueva obra de infraestructura y lleva el seguimiento y control de todas las actividades del proceso de la obra, incluyendo los estudios de ingeniería básica, el proyecto ejecutivo, la adquisición de la tierra, los estudios de factibilidad económica y social, la programación de las obras, los procesos de licitación hasta llegar a los fallos, la formalización de los contratos, las garantías, la planeación de la construcción y el seguimiento y control de todo el proceso de construcción, hasta llegar a las pruebas y puesta en marcha. Su función es preventiva y de control.

Desde el momento en que una dependencia o entidad federal, a partir de su Sistema de Planeación genera una iniciativa que pudiera llegar en el futuro a convertirse en una obra de infraestructura, es conveniente aplicar las técnicas de la Gerencia de Proyecto para llevar el seguimiento y control de las actividades del proceso antes mencionado.

A nivel mundial, los gobiernos de los distintos países cuentan con Sistemas de Planeación cuyo objetivo de carácter general es impulsar el desarrollo económico y el bienestar social de sus ciudadanos.

Un Sistema de Planeación tiene como objetivo general establecer las políticas de desarrollo de cada uno de los sectores de la economía y de la sociedad, así como de las diversas regiones de cada país en función de sus fortalezas y oportunidades.

Es indispensable para nuestro país contar con un Sistema de Planeación de la Infraestructura, con base en el cual se generarían Carteras de Proyectos, identificando iniciativas de obras de infraestructura a nivel de la experiencia de los especialistas del gobierno, de la sociedad civil, de la iniciativa privada, de los medios académicos y en general de todos aquellos interesados que pueden y deben participar en este sistema nacional.

Se recomienda que el gobierno federal establezca la obligatoriedad para que cada dependencia o entidad federal, destine no menos del 10% de sus presupuestos anuales, a la realización de estas importantísimas actividades, con base en las cuales ya se puede asegurar que ellas cuenten con Carteras de Proyectos que pudieran cubrir una parte importante de las iniciativas analizadas y que permitirían llevar a cabo la licitación, la construcción de las obras, sus pruebas y puesta en marcha, con altas probabilidades de terminarlas razonablemente dentro de los plazos y los costos establecidos y desde luego con la calidad necesaria.

Esto permitiría reactivar las cadenas productivas relacionadas con la construcción de obras de infraestructura y con ello reactivar las actividades económicas nacionales, generando empleos en todo el país para beneficio de los mexicanos, especialmente de los que dependen de proporcionar su mano de obra especializada y no especializada.

Coordinador del Comité de Infraestructura.
Colegio de Ingenieros Civiles de México, A. C.

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